Las
investigaciones demuestran la importancia del papel que padres y madres podrían
cumplir al transmitir a sus hijos/as sus hábitos alimentarios.
Los hábitos
alimenticios, gustos y preferencias hacia determinados alimentos, rechazos
hacia otros o caprichos se transmiten de una manera inconsciente mediante
comentarios o determinadas actitudes. Por otro lado
los padres y madres son los que deciden qué
se compra para la casa y qué alimentos hay en la despensa. También son los que
les dan la paga a los niños/as para que se compren chucherías o refrescos.
Además,
hay que tener muy en cuenta otro aspecto, los comentarios
negativos que a priori parecen inofensivos acerca de la imagen corporal también
son absorbidos por los hijos/as pasivamente y a lo largo del tiempo.
Todo
esto se va viendo reflejado en los hijos/as en su comportamiento o actitud
hacia la alimentación. Enseñar la forma más sana de alimentarse requiere
de paciencia, esfuerzo y dedicación, que en muchos casos comienza porque padres
y madres aprendan conceptos básicos sobre alimentación y nutrición. Y, de esta
manera, compren alimentos más sanos y nutritivos, y hagan los menús variados y
equilibrados.
La
formación de hábitos alimentarios saludables debe comenzar desde los primeros
años porque los hábitos instalados tempranamente tienden a perdurar a lo largo
de la vida.
Es
muy importante contar con una alimentación variada y completa ya que ahí está
la clave para una alimentación saludable. Ni un solo tipo de alimento, ni un
solo grupo de alimentos puede ofrecer todos los nutrientes que el niño/a
necesita para su crecimiento y desarrollo apropiados.
El
entorno familiar no es la única influencia. Los medios de comunicación y el
entorno social también suponen un obstáculo a la hora de establecer hábitos
normales y saludables. Es difícil hacer que los niños coman determinados
alimentos, sobre todo cuando están influenciados por el resto de niños de su
entorno. En estos casos es bueno escuchar la opinión del niño y saber qué
piensa.
Claves
para papás y mamás: qué debo tener en cuenta para conseguir una alimentación
más saludable en casa:
- Tienes que ser su
ejemplo. Es difícil que los padres/ madres consigan que sus hijos/as tomen los
alimentos que ellos mismos no acostumbran a comer. Haz que te vean comer
frutas y verduras, acompaña las comidas con agua evitando otro tipo de
bebidas azucaradas, ...
- No comas frente
al televisor, y usa este momento para dialogar y compartir con tus hijos
las experiencias del día a día. Durante
este rato sin tele también tendrán más opción de observarte cómo comes de
forma saludable.
- Haz que los momentos de la comida sean relajados y tranquilos pero con
orden. No les hagas masticar más rápido o comer con prisa. Tienen que
aprender a saborear y a tener conciencia de cuando se sienten llenos o
cuando tienen más hambre. La sobrealimentación por no obedecer a las
sensación de saciedad es uno de los aspectos clave para el desarrollo de
malos hábitos alimentarios, que pueden conducir a la obesidad.
- No uses la comida como un premio o castigo, ya que le estarías dando demasiado valor. Esto podría conducir al niño a crear asociaciones erróneas con los alimentos e incluso a que más adelante se relacione con los alimentos de una manera poco natural. A menudo se tiende a consentir al niño o a la niña con el fin de evitar discusiones o situaciones difíciles, pero merece la pena establecer las reglas desde el principio. No se trata de mantener al niño o niña con una alimentación estricta, dale algún capricho de vez en cuando pero no lo relaciones con ningún premio.
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